Llega aquella ingrata, de todos los años, la que todos esperan y la que pocos aceptan. Te deslumbra con su imponente preámbulo porque cuenta con muchos que de a gratis le hacen publicidad, ella tiene dos caras: la moral y la añoranza.
Y aunque es la anfitriona, siempre pasa desapercibida por culpa de los deseos y esa prioridad que siempre le hace competencia. Aquella que es utilizada por comercio y tradición y la que en ocasiones se ve triste regando las plantas con sus ojos.
Y aunque es la anfitriona, siempre pasa desapercibida por culpa de los deseos y esa prioridad que siempre le hace competencia. Aquella que es utilizada por comercio y tradición y la que en ocasiones se ve triste regando las plantas con sus ojos.
La que solo espera sentada en la avenida 73 alguien que sin querer se le quede mirando y la sienta como verdaderamente es. De esas que vez por la calle humilde y hermosa detrás de un antifaz superficial porque así la dibujaron los años.
La que solo busca una aptitud de fe, una mano que tender, una sonrisa que quizás te alegre el día, una amante apasionada... de la filantropía.
La que solo busca una aptitud de fe, una mano que tender, una sonrisa que quizás te alegre el día, una amante apasionada... de la filantropía.
Feliz Navidad... Navidad
Jonathan Castillo
Jonathan Castillo
