Desde el puesto donde estoy paso la fiebre que me hacia delirar, mi cel suena activando el latir de mi motor creyendo recibir la llamada que espero y que todavía va a medio camino como un downloading en 30% cargado por la esencia de tu ausencia, todas mis seis de mañanas se ríen conmigo desde el día aquel que recorriste vastos kilometros solo para estar conmigo sin saber que así sería y aunque resulte increíble yo siempre estuve esperando. Desde el contraste del mar y tu mirar esquivo supe que mi busqueda a ese nivel sin pretender buscar había terminado. Mis días ya no son como antes porque te veo en el pescado, el mar su salitre y el reír de cada ayyyyyy que me escribes y que me hace reír de tan solo escuchar el sonido en mi mente... en las calles que camino, los risos que aún recuerda mi tacto, que no entiendo porque razón los ocultas, si tan solo supieras el efecto de esos risos...
Pasa mi fiebre del 9 de agosto y sigo delirando con cada minuto que malgasta el mar sin ti y sin mí, yo sigo esperando como un loco ese regreso en el que inevitablemente presentare mis excusas a todos porque espero no estar excepto para ti y para mí.
Jonathan Castillo.
...No es por eso que haya dejado de quererte un solo día, estoy contigo aunque estes lejos de mi vida, por tu felicidad a costa de la mía.
Bunbury
