El vecino de la esquina

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Apenas tenía uso de razón cuando conocí de vista al vecino de la esquina, integrante de una conocida familia, abogado de profesión. Una mente brillante quizás, pero ¿que lo habrá empujado a una vida bohemia y alcohólica?, tal vez un fracaso de amor o simplemente una gran decepción. El vecino muy conocido como "Maní", hasta ahora no comprendo porque le decían así sus amigos tomadores y gotereros. Pasaba sus días como fines de semana en los que dejas de todo y el único alimento es el alcohol y la nicotina. Daba lastima, ver como un ser humano desperdiciaba su vida de esa forma. Él fue afortunado porque contaba con un ángel, su madre; no importaba lo que él hiciera, él todavía era la luz de sus ojos, y es que el amor de una madre no tiene límites y represiones. A pesar de todo lo que la hacía sufrir. Últimamente el vecino ya no probaba bocado su único sustento era el Ron, el Brandi, el viche y otras bebidas más; se hecho al abandono de su estrecho y oscuro cuarto en el que la única compañía sincera era el sonido de su grabadora cuando solía poner esos vallenatos de Diomedez. A veces pienso que él se embriagaba para escapar de su realidad y aunque siempre se veía feliz en sus ojos se escapaba un dejo de pena, pienso que los actos inmorales realmente no los quería cometer porque no era él. Era el alcohol y la adicción.

El vecino ya no podía hablar producto de las sustancias alcohólicas que consumía, sin embargo seguía su rutina, el nunca tuvo amistades sinceras, solo oportunistas e interesados que recogían sus migajas económicas, las vueltas de las compras y las colas de cigarro.

Hace cuatro días murió el vecino y nadie lo extraño... Excepto su tierna madre.

La vida es como una película, y como una película dura poco, se nos pasa la vida y a veces en vano. Las letras que escribo humedecen mis dedos, si pudiera regalarte algo en la vida, te regalaría la combinación exacta de cómo vivir.
Jonathan Castillo.

A veces

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A veces sentimos como sientes en estos momentos, quizas crees estar en un circulo en el que solo das vueltas sin encontrar la salida, a veces sientes que no encajas en el espacio en que vives, te sientes solo y triste por simplemente haber dejado ir el tren que debiste parar para llevar contigo de vuelta a casa. Todavia eres increiblemente joven, puedes cambiar la realidad y tomarte las cosas con calma, hacer de cuenta que la vida es un café.

Estos momentos precisamente te hacen fuerte para el tiempo de enfrentar y decidir, eres como la verde rama que tiene el privilegio de ver la caida del sol mientras escuchas tu propio sonido al crecer; a pesar de todos los obstaculos siempre habra un alguien, un algo, un angel que ame y llene de calor.

Jonathan Castillo.

Soledad

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Soledad baila conmigo esta noche hasta el amanecer robándome el sueño que necesito para seguir.

Soledad me brinda la compañía de mi mismo cuando estoy solo, es la reconciliación con Dios y conmigo.

Soledad es apreciar las canciones que no siento cuando estoy bien, es esa mezcla de sentimiento que quiero y no quiero sentir.

Soledad es el sonido de las 2:49 de la mañana en el que solo se escucha el ruido de las teclas cuando escribo y esta canción que no desiste en sonar, como una transfusión de sentimientos combinados que no quieren morir.

Soledad son esos instantes en los no me importa el no dormir con tal de no pensar, pero el sentir y estas emociones son inevitables.

Soledad es el eco de todos los recuerdos que no sabía que existían y que ahora me abrazan para hacerme sentir vivo.

Soledad es la voz que no conozco y me piensa sin saber que existo al igual que yo pienso lo que no he visto y escuchado, imaginando en mi mente la sonrisa de tus ojos y el ocaso de la tarde cuando rie el sol.

Soledad es la compañía que nos abraza cuando estamos solos.
Jonathan Castillo.